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Los Sueños
Es versátil la sombra lánguida del sueño:
Allende, en el umbral un niño con la mujer,
Cuyas manos me entregan su don precioso;
Y ella, cabizbaja, a su niño me está dejando,
La hueste oscura fugazmente va pasando:
Son muchos de "rojo", "negro" y "blanco",
Y yo, con recelo, la dote voy escondiendo:
Trato de salvar, cuidar, para no perderlo.
La que de la carga pesada está cansada,
¡Cierto que su alma la iba entregando!
A quien aún la gloria no ha perjudicado,
A la que medio siglo la iba extrañando.
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